¡SI! A LA MEDICINA ORGÁNICA
por MAE-WAN HO
traducción y resumen: Dr. Jorge Kaczewer
http://www.i-sis.org.uk/Medicine_in_a_New_Key.php
EE.UU. gastó 2,2 billones de dólares en cuidados sanitarios en 2007; promediando u$s 7.421 por persona, 16,2 % del GDP, y casi dos veces el promedio de otras naciones desarrolladas. Sin embargo, este sistema médico mayormente avanzado y costoso del mundo es la principal causa de muerte e injuria para sus propios ciudadanos.
El fracaso de la medicina occidental “convencional” y su paradigma mecanicista
Cada año,
aproximadamente 2,2 millones sufren de reacciones adversas a drogas, 7,5
atraviesan procedimientos médicos y quirúrgicos innecesarios, y 8,9 millones
son hospitalizados innecesariamente. En
2001, el sistema médico mató a 783.936, mientras que 699.697 murieron de
enfermedad cardiovascular y 553.251 de cáncer. Hay gente en todo el mundo que
está buscando otras formas de suministrar cuidados para la salud [1] (Medicine in a new key SiS 43) o sanación reorganizacional [2, 3].
Fritjof Capra
ya había previsto los problemas creados por el reduccionismo 30 años atrás en su libro El Punto Crucial [4], donde advirtió sobre el equivocado paradigma Cartesiano
mecanicista sigue usándose en la medicina, pese a que los físicos mismos ya lo
habían trascendido. Desafortunadamente, esto todavía es verdad hoy en día.
Capra señaló
que todas las teorías científicas son aproximaciones a la verdadera naturaleza
de la realidad; y que cada teoría es válida para un cierto rango de fenómenos.
Nuevas teorías deberían ser halladas para reemplazar a la antigua, o más bien,
para extenderla a través de mejorar el enfoque.
Pese a que la
biología simple mecanicista de Descartes no pudo ser llevada muy lejos, y tuvo
que ser modificada considerablemente durante los subsecuentes trescientos años,
lo que yace en la base de la mayor parte del pensamiento biológico
contemporáneo es todavía la creencia que todos los aspectos de los organismos
vivientes pueden ser comprendidos a través de reducirlos a sus constituyentes
más pequeños y estudiar los mecanismos por los cuales interactúan.
La visión
reduccionista de la enfermedad eclipsó una teoría alternativa que había sido
enseñada unas pocas décadas antes por Claude Bernard, un célebre médico francés
generalmente considerado el fundador de la fisiología moderna [4]. El énfasis de
Bernard en el equilibrio interno como condición para la salud no pudo sostener su vigencia contra el rápido ascenso de la visión reduccionista de la
enfermedad entre biólogos y médicos. La importancia de su teoría fue re- descubierta sólo durante el siglo XX, cuando los investigadores se tornaron
más conscientes del rol crucial del ambiente en los fenómenos biológicos. El
concepto de Bernard de la constancia del medio interno fue ulteriormente elaborado en la importante noción de homeostasis, un término acuñado por el
fisiólogo norteamericano Walter Cannon para denotar la tendencia de los
organismos vivientes a mantener un estado de equilibrio interno.
En el siglo XX ocurrió un viraje significativo en la investigación biológica que bien
resultará ser la etapa final en el enfoque reduccionista de los fenómenos de la
vida, conduciendo a su mayor triunfo y, a la vez, a su fin. Mientras que las
células eran vistas como los bloques de construcción básicos de los organismos
vivientes durante el siglo XIX, la atención se desplazó desde las células hacia
las moléculas hacia mediados del siglo XX, cuando los genetistas empezaron a
explorar la estructura molecular del gen. Su investigación culminó en la
elucidación de la estructura física del ADN, base molecular de los cromosomas,
y el mapeo del código genético, los cuales se erigen entre los mayores logros
de la ciencia del siglo XX [4].
El éxito
espectacular de la biología molecular en el campo de la genética condujo a los
científicos a aplicar sus métodos en todas las áreas de la biología en un
intento de resolver todos los problemas a través de reducirlos a su nivel
molecular. Por ende, la mayoría de biólogos se volvieron fervientes
reduccionistas, preocupados con los detalles moleculares. La biología
molecular, originalmente una pequeña rama de las ciencias de la vida, se tornó
una forma penetrante y exclusiva de pensamiento que condujo a una severa
distorsión de la investigación biológica.
Como el
filósofo norteamericano Paul Weiss dijo: “no hay ningún fenómeno en un sistema
viviente que no sea molecular, pero tampoco hay alguno que sea sólo molecular”.
Esto requerirá un marco conceptual mucho más amplio que el que la biología usa
hoy en día.
Entonces, ¿cómo
será que cambiará esta situación? Capra cree que el cambio vendrá a través
de la medicina. Las funciones de un organismo viviente que no se prestan a una
descripción reduccionista –aquellas representando las actividades integradoras del organismo y sus interacciones con el medio ambiente- son precisamente las
funciones que son cruciales para la salud del organismo. Debido a que la
medicina occidental adopto el enfoque reduccionista de la biología moderna,
adhiriendo a la división Cartesiana y desdeñando tratar al paciente como una
persona completa, los médicos ahora se
ven incapaces de comprender, o curar, muchas de las principales enfermedades
actuales. Existe una creciente conciencia entre ellos de que muchos de los
problemas que enfrenta nuestro sistema médico derivan del modelo reduccionista
del organismo humano sobre el cual se basa. Esto es reconocido no sólo por médicos sino también, e incluso con más fervor, por las enfermeras y demás
personal de salud, y por el público en general. Ya existe una presión
considerable sobre los médicos para que trasciendan el marco estrecho y
mecanicista de la medicina contemporánea y desarrollen un enfoque más amplio y holístico de la salud.
LA MEDICINA EN UNA NUEVA TONALIDAD
http://www.i-sis.org.uk/Medicine_in_a_New_Key.php
La muerte de la medicina
La demanda de
atención sanitaria ha puesto a los ministerios de salud bajo suma presión en
tanto el incremento en el costo de la medicina está escalando a pasos
agigantados. La situación es peor en países sin atención sanitaria nacional que dependa del
“seguro social”. En EE. UU., las primas de seguros de salud fomentadas por el
empleador se duplicaron entre 1996 y 2006, 4 veces el incremento en el salario [1];
y cada vez más gente se encuentra desprovista de cobertura.
EE. UU. gastó
2,2 billones de dólares en cuidados sanitarios en 2007; promediando $7.421 por
persona, 16,2 % del GDP, y casi dos veces el promedio de otras naciones
desarrolladas. Sin embargo, este sistema médico mayormente avanzado y costoso
del mundo es la principal causa de muerte e injuria para sus propios ciudadanos.
Cada año,
aproximadamente 2,2 millones sufren de reacciones adversas a drogas, 7,5
atraviesan procedimientos médicos y quirúrgicos innecesarios, y 8,9 millones
son hospitalizados innecesariamente. En
2001, el sistema médico mató a 783.936, mientras que 699.697 murieron de
enfermedad cardiovascular y 553.251 de cáncer [2].
El sistema
sanitario está fallando en todo el mundo [3, 4] ( The Depressing Side of Medical Science , Why the Planet is Sick , SiS 39). El periodista de salud y autor Nick
Regush lo resumió severamente: “La medicina tal como la conocemos, está
muriendo… La enfermedad es causada por conflicto de interés, investigación
corrupta, ambición por grandes cifras, médicos y científicos pretenciosos, mentira, engaño, invasión por los autómatas relacionistas de la industria farmacológica que están moralmente en bancarrota, políticos y legisladores federales
y estatales derelictos… Como periodista, se tornó muy manifiesto ver cuan poco
de lo que el Establishment médico hace actualmente puede ser confiable o tomado
al pie de la letra. Conferencias de prensa, artículos en revistas científicas,
simposios –todos están montados para inutilizar y ofuscar la verdad, para
esconder del público las banderas rojas y para abultar las ganancias de los
inversores en las empresas que están promoviendo a la ciencia y a los
investigadores”.
Domo lo hizo
Regush y otros
han identificado correctamente las causas proximales conspirando en la muerte
de la medicina. Pero aquellas son todas sintomáticas de una causa más profunda,
el obsoleto modelo que domina no sólo la medicina, sino la totalidad de
nuestras vidas. Denominémoslo Domo, como corto apodo.
Domo maneja
nuestra economía, nuestras industrias; está al acecho detrás de nuestras
instituciones políticas, sociales y educativas, sus rulos enredados en el
tejido de nuestras vidas. Lo aceptamos irreflexivamente, confundiéndolo con la
ineluctable realidad última. Siempre que algo va mal, buscamos a alguien, a
otra cosa para culparlos, dejando a Domo vislumbrarse más grande y más fuerte
que nunca antes.
Los debates
públicos sobre las causas y curas del SIDA [6] ( Unraveling AIDS , ISIS publication), los alimentos transgénicos [7] (ver por ejemplo GM is Dangerous and Futile , SiS 40), la
radiación de los teléfonos móviles [8] (ver por ejemplo Drowning in a Sea of Microwaves , SiS 34), los pesticidas [9] (see Picking Cotton Carefully , SiS 34), y más, están todos al
servicio de Domo, porque lo dejamos intacto en el proceso de destruirnos a
nosotros mismos.
¿No es tiempo
de que pongamos a Domo al descubierto?
Ciencia de la muerte versus ciencia de la vida,
mecanismo versus organismo
Domo es una visión seductoramente poderosa del mundo como máquina que puede desarmarse, ser
analizada, controlada y re-abastecida para satisfacer todos nuestros deseos y
caprichos. Fue inaugurado en la revolución industrial y moldeó la historia
subsiguiente de nuestro planeta justo hasta la presente crisis múltiple en
pleno albor del cambio climático.
La ciencia
mecanicista de Domo ya se estaba tornando obsoleta hacia fines del siglo pasado
cuando emergió la ciencia del organismo. A continuación resumiremos cómo la
ciencia del organismo puede reemplazar a la biología de Domo y revolucionar nuestra
comprensión de la salud, y de la salud pública.
La influencia
de Domo sobre la biología ha sido de lo más profunda y persistente. Presenta al
organismo como un baldío de tornillos y tuercas moleculares sujetos a los
principios mecanicistas de cerrojo y llave, empujar y tironear, colisión
aleatoria, causación lineal, controlador versus controlado, etc. Las
enfermedades son predominantemente vistas como “defectos” en mecanismos moleculares
específicos, y definidas como tales. Este es el tipo de pensamiento detrás del
proyecto del genoma humano que presenta todos los signos de estar derrumbándose
luego de décadas de secuenciar y disecar genomas, y tratar de identificar los
defectos genéticos que predisponen a los individuos a diferentes enfermedades (ver [12] From Genomics to Epigenomics , SiS 41).
Junto con las leyes físicas de la termodinámica de equilibrio y la mecánica
estadística, la biología de Domo es esencialmente una ciencia de la muerte que
no tiene virtualmente nada que decir sobre la vida.
El libro de Erwin
Schrödinger, ¿Qué es la Vida? [13] , fue
una de las primeras críticas respecto de la representación mecanicista de la
vida. Fue sumamente elogiado por haber vaticinado el material genético, el ADN.
Pero fue mucho menos conocida y más significativa, su predicción acerca de la
coherencia molecular de los organismos descubierta por Mae-Wan Ho en su
laboratorio en 1992, la cual también, ha sido ampliamente ignorada.
Los organismos
presentan un grado tan alto de coherencia molecular que, al observarlos bajo el
microscopio de polarización que los geólogos usan para identificar cristales,
parecen pantallas de cristal líquido dinámicas. Fotografías de larvas de
Drosophila, la conocida mosca de la fruta, lo demuestran con elocuencia en la
tapa del libro de la Dra. Ho, El Arcoiris y el Gusano, La Física de los Organismos,
que ella me obsequió personalmente en nuestro encuentro en Montevideo en 2001.
El libro hoy va por su tercera edición y es el primer libro sobre organismos
que realmente trata de contarnos qué es estar vivo.
La ciencia del
organismo es predicada en base a una integridad radical o coherencia del
sistema viviente, la cual transforma profundamente nuestra visión de la salud y
la enfermedad.
El organismo cristalino-líquido cuánticamente
coherente funciona mediante la intercomunicación
La integridad
del organismo trasciende la oposición ya antigua entre explicaciones
“tope-abajo” y “fondo-arriba”, o el enfoque holístico versus el reduccionista
en la biología de Domo. En su lugar, todo nivel singular está trabajando en
conjunto simultáneamente, incluso descendiendo hasta moléculas individuales
cuyos movimientos están tan correlacionados en los tejidos y las células que
hacen que los organismos vivientes se vean como pantallas de cristal líquido.
En las filmaciones musicalizadas de organismos vivos bajo microscopia de polarización (el DVD Jazz Cuántico [15]), Mae-Wan Ho muestra cómo los organismos más
activos y las partes más activas de organismos dan los colores más brillantes y
luminosos porque son también los de mayor coherencia.
En el organismo
coherente saludable, cada molécula singular está intercomunicándose con todas
las otras; y cada una se halla tan igualmente controlada como siendo sensible y
respondiente. No hay necesidad alguna de empujar-tirar, porque la energía
coherente es almacenada a través de todo el sistema, lista para ser movilizada.
Una adecuada
descripción para la integridad del organismo es la “coherencia cuántica”
extendiéndose por sobre todas las modalidades de actividades vitales, desde
ritmos circadianos o circa-anuales muy lentos hasta las ultra-rápidas
transferencias de energía entre moléculas en femto-segundos; desde lo
extremadamente local hasta lo global. Este enjambre de actividades
exquisitamente coordinadas es un “jazz cuántico” [16] ( Quantum Jazz, The Tao of Biology , SiS 34) interpretado en base a un
espectro musical de 70 octavas, en el cual todo interprete está improvisando
espontánea y libremente, manteniéndose sin embargo afinado y enritmado con la
totalidad.
La evidencia
más accesible respecto de la coherencia de amplitud corporal de los ritmos
biológicos proviene de las variaciones fractales y multifractales del ritmo
cardíaco saludable, el cual refleja una intrincada correlación de fase entre
todos los ritmos mientras que el propio latido del corazón se intermeshes y
sincopa en sinfonía con el resto [17] (The Heartbeat of Health, SiS 35).
En contraste, el corazón enfermo que dejó de comunicarse con el cuerpo cae en
retorno sobre su propio ritmo intrínseco y se vuelve mucho más regular. Esto ha
abierto todo un nuevo campo de enfermedad dinámica que puede ser diagnosticada
mediante las matemáticas, y posiblemente tratada no-invasivamente mediante
técnicas de biofeedback [18] (Happiness Is A Heartbeat Away, SiS 35).
El organismo
coherente es una unidad de cerebro y cuerpo, corazón y mente, un manojo
indiviso de intelecto, pasión, carne, sangre y fibra que vive la vida al
máximo, libre y espontáneamente, afinado no sólo con el ambiente inmediato,
sino también con el universo en su totalidad. Esta integridad coherente ideal
es también el ideal de la salud.
El agua es el medio, el conducto y el mensaje
El jazz cuántico es posible porque los organismos son cristalino-líquidos; el 70% de agua (en cuanto al peso) conformando los tejidos y las células es una parte integral e imprescindible de la matriz cristalino-líquida que permite que suceda una rápida intercomunicación, por medio de lo cual el organismo puede funcionar como una totalidad coordinada.
Nuevas investigaciones descriptas en la más
reciente edición del último libro de la Dra. Ho, Arcoiris Viviente H2O [14] [19] ( Water Electric and other articles in the series, SiS 43),
muestran como este agua biológica especial en tejidos y células provee el
medio, el conducto y el mensaje para la intercomunicación.
El agua cristalino-líquida es la fuente primordial
de protones (H+) y electrones (e-), cargas positivas y negativas que saltan a
través de los compartimientos celulares, entre las células y los tejidos y las
partes más distantes del cuerpo, energizando el organismo, coordinando
instantáneamente su metabolismo, su crecimiento y sus otras funciones vitales.
La matriz de agua cristalino-líquida impregna al organismo
entero desde los tejidos conectivos extracelulares hasta el interior de toda
célula individual. Proteínas especiales de membrana tienen canales repletos de
agua que cruzan la membrana celular, actuando como “cables protónicos” para
transportar protones dentro y fuera de la célula [20] (Positive Electricity
Zaps Through Water Chains, SiS 28). Esta misma matriz transmite el
enorme campo electromagnético pulsativo del corazón a través de todo el cuerpo,
incluyendo al cerebro, el cual se enritma e intercomunica con los innumerables
ritmos locales [18]. Dentro de la célula, transmite las ondas electromagnéticas
de frecuencia mucho más alta emitidas por moléculas que dependen de frecuencias
específicas para reconocerse unas con otras y coordinar sus acciones incluso a
distancia [21] (The Real Bioinformatics Revolution, SiS33).
La matriz cristalino-líquida convierte presión y
calor en electricidad (y viceversa), coordinando así los perfectos movimientos
de los músculos tanto voluntarios como involuntarios que facultan a algunas
personas para ser concertistas de piano, atletas olímpicos o maestros del Kung
Fu. Los efectos termoeléctricos y piezoeléctricos, típicos de los cristales
líquidos, podrían subyacer a los efectos terapéuticos de masaje y otras “medicinas
de energía sutil” [22], posiblemente a través de restaurarle coherencia al
cuerpo, así como también de un equilibrio de cargas positivas y negativas.
Canales especiales de agua en espacios confinados
alineados por fibras de colágeno poseen el potencial de servir como cables
protónicos de superconductancia, siendo en realidad muchos alambres protónicos
enrollados juntos [23] (Collagen Water Structure Revealed, SiS 32), y
bien podrían corresponder a los meridianos de acupuntura de la medicina
tradicional china, como lo sugiriesen David Knight y la Dra. Ho en 1998 [24] (Liquid Crystalline Meridian). Los correlatos anatómicos de los meridianos de
la acupuntura permanecen desconocidos hasta la fecha [25] (Acupuncture,
Coherent Energy and Liquid Crystalline Meridians, ISIS lecture).
Intrigantemente, el agua próxima a superficies
hidrofílicas cargadas, las cuales se hallan por doquier en el organimso, no
sólo forman capas cristalino-líquidas ordenadas, sino que también pueden ser
cargadas por la luz, siendo la luz infrarroja a 3.100 nm la más efectiva en
expandir las capas ordenadas que se tornan cargadas como una batería [19]. Este
hallazgo refuerza la imagen emergente de que el agua es el actor principal en
la bioenergética [26] (Water and Fire series, SiS 43). Como lo
remarcara el laureado con el Nobel Albert Szent-Gyorgyi, el agua es “la madre
de toda la vida” [27].
Medicina
genética basada en la genética de Domo
Hoy ya fue constatado que los “biológicos”,
medicamentos en base a proteína genéticamente modificada, el primero de los
cuales fue la insulina, causan eventos adversos y muerte más frecuentemente que
las drogas químicas sintéticas [28] (‘Biologicals', Wonder Drugs with
Problems, SiS 42). Esto no constituye sorpresa alguna, ya que la
ingeniería genética es el epítome de la genética de Domo que no reconoce la
totalidad coherente orgánica donde todos los genes y productos genéticos se
hallan involucrados en el jazz cuántico. No podés simplemente insertar algo
adicional y esperar que encaje en su ranura como una pieza de rasti faltante.
La genética de Domo ya había sido reemplazada por
la genética del genoma fluido cuando el primer biológico fue comercializado
[29] (Living with the Fluid Genome, ISIS publication), siendo el genoma fluido
parte y parcela del organismo coherente perfectamente sintonizado con su
ambiente, en constante comunicación con este, alterando la expresión genética y
a los genes mismos.
Décadas de secuenciar y disecar el genoma humano
con la esperanza de identificar genes para enfermedades han servido sólo para
confirmar que las causas reales de una salud afectada son mediambientales y
sociales [12] (From Genomics to Epigenomics, SiS 41). No son los
mensajes genéticos codificados en el ADN genómica, sino las modificaciones
epigenéticas ambientalmente inducidas las que abrumadoramente determinan la
salud y el bienestar de la gente. La nutrición temprana y el cuidado parental
juegan un importante rol en la salud física y mental de un individuo [30] (Caring
Mothers Strike Fatal Blow against Genetic Determinism, SiS41), y es a
estos aspectos a los que se debe prestar atención al prestar la atención
primaria de la salud.
La medicina de
Domo debe irse, pero se necesita una investigación básica para la nueva
medicina orgánica
La medicina de Domo es obsoleta y está haciendo más
daño que bien. Es por eso que la gente está prefiriendo las medicinas
complementarias, no todas basadas en conocimientos bien fundamentados, sin embargo.
En mayo de 2009, el 67% de los suizos votó a favor
de un una ley constitucional para la medicina complementaria [31]. El voto
suizo refleja la creciente importancia de la medicina complementaria en Europa.
Alrededor de un 65% de europeos informó haber utilizado medicinas
complementarias y alternativas, con 30-50% usándolas como auto-apoyo y 20%
habiendo consultado un médico alternativo durante el pasado año.
En contraste con el crecimiento en popularidad de
la medicina complementaria, la ciencia del organismo que podría apuntalarla ha
languidecido, siendo valientemente desarrollada por sólo unos pocos pioneros
tales como Jim Oschman [22], anteriormente un biólogo celular.
Hasta aquí, un resumen de la física básica del
organismo y sus potenciales conexiones con patologías dinámicas y terapias
complementarias. Una nueva “medicina orgánica” podría combinar lo mejor de
enfoques no-invasivos, no-destructivos de ambos, los sistemas médicos
tradicionales y la ciencia contemporánea lo cual también revitalizaría las
medicinas aborígenes en todas las culturas y proveería una atención sanitaria
accesible para todos. Este proyecto es de la mayor urgencia en vista del
incremento en la amenaza de enfermedad pronosticable par estos tiempos de
cambio climático.
Muchas gracias por la traducciòn! ankerin@magus.com.ar
ResponderEliminar