Por Jorge
Kaczewer*
Trabajo incluido como introducción al capítulo de Informes Médicos del libro “Pueblos Fumigados”, informe sobre la problemática del uso de plaguicidas en las principales provincias sojeras de la Argentina, fruto de la campaña Paren de Fumigar del GRR.
* Jorge Kaczewer es médico (UBA) miembro del GRR
(Grupo de Reflexión Rural), investigador y divulgador científico de temas
ecológicos y toxicológicos.
En ecotoxicología médica, tras varias décadas de
observar la realidad, seguimos constatando con enorme frustración el mismo
fenómeno recurrente. Los vínculos entre exposición y enfermedad ocupacional o
medioambiental, aún con toxinas nuevas y poco conocidas, usualmente son
identificados con exactitud y velocidad sorprendentes. Estas conexiones
causales, sin embargo, no logran impulsar actitudes preventivas y de reparación
con agilidad suficiente. Más bien, las soluciones terminan llegando demasiado
tarde.
Una y otra vez nos sorprendemos al enterarnos que
aquello que considerábamos un nuevo hallazgo en realidad ya había sido
reportado por otros, a menudo diez, veinte o treinta años atrás. Aprendimos
mediante prueba y error que estas historias distantes pueden estar documentadas
en algún lugar pero resultan muy difíciles de hallar. Este tipo de información
es frecuentemente omitida en los libros de texto. Incluso los artículos de
revisión especializados en las revistas científicas raramente siguen las
antiguas huellas de la evidencia para rastrear cómo, cuándo y por qué una
enfermedad consecuente con la actividad humana surgió en un principio y qué
intentos, si acaso existieron, se realizaron para controlar la enfermedad en su
primer brote.
Y con cada nueva historia que pone nuevos rostros al
dolor de las víctimas, nos preguntamos: ¿Por qué esto sigue siendo así?
Un factor es la diferencia pivotal entre enfermedades
“Industriales / Ambientales” y la mayoría de condiciones médicas generales
radica en que para estas últimas casi nunca está involucrado un perpetrador
humano. Una cosa es aislar un microbio letal. Otra muy distinta identificar,
con un nombre, un entorno hogareño o laboral toxicológicamente riesgoso o
rastrear con claridad un epicentro ambiental peligroso.
Otros eventos que fomentan tal recurrencia son las
semejanzas emergentes entre eventos ocupacionales y medioambientales
aparentemente inconexos. Primeramente, la historia de cada nuevo riesgo
introducido y su correspondiente impacto patológico es espejada en un proceso
paralelo de descubrimiento médico, impregnado de tanta intriga como la del
cuento del cazador de gérmenes lanzado a un safari de enfermedades infecciosas.
Segundo, la repetición del patrón de lentitud, dilación e injusticia sanitarias
en lo tocante a la prevención y la atención médica del problema. Y por último,
y muy lamentablemente, los perpetradores permanecen en un anonimato total, y
casi siempre consiguen continuar con su negocio sin ser castigados.
Agravan la situación las consecuencias del fenómeno
pandémico de “privatización científica” mundial con unas pocas gigantescas
empresas decidiendo el tipo de ciencia que se hace en las universidades
estatales y condenando a extinción al científico independiente. Los logros del
cazador de virus y bacterias no ponen en riesgo los intereses económicos de
ninguna empresa transnacional y pueden ameritarle la postulación a un Nobel. En
cambio, los “eco-detectives” exitosos a menudo terminan convertidos en parias
científicos, perdiendo sus puestos académicos u hospitalarios, sus subsidios
para la investigación cortados y recibiendo amenazas telefónicas anónimas sobre
el riesgo que corren sus familias si persisten con las denuncias.
El escenario
de esta interminable lista de repetidos intentos fallidos de protección sigue
un patrón de respuestas análogo al “proceso de muerte” en cuatro etapas de la
conocida tanatóloga Elizabeth Kubler-Ross: negación, enojo, regateo y
aceptación. En el estadio
inicial, negación, los contaminadores minimizan y diluyen en explicaciones el
pretendido riesgo. A continuación, montan enojados contraataques buscando
neutralizar a quienes presionan para que se controle el problema. En la etapa
de regateo, los contaminadores buscan el mejor trato que se pueda lograr
mediante el debilitamiento de cualquier mecanismo de intervención propuesto
antes de que se llegue a implementar. La etapa final del proceso de muerte ha
sido conceptualizada como una aceptación de la verdadera naturaleza de la
inmutable situación en cierne. Desgraciadamente, en negociaciones respecto de riesgos
ambientales, aquellos que resultan perjudicados o terminan enfermos son casi
siempre los forzados a la aceptación. Los responsables del problema, la mayoría
de veces simplemente salen ilesos.
Por ende, en
la práctica, las estrategias utilizadas para bloquear cualquier acción efectiva
son:
1.Caracterizar
la información científica como limitada, exagerada, conflictiva o simplemente
como “basura”.
2.Culpar
a las víctimas y simultáneamente argumentar que la legislación es excesivamente
costosa y de iniciación ineficaz.
3.Marcar
a los oponentes como visionarios irrealistas o, peor aún, como Luditas
sediciosos cortando el camino hacia un progreso inevitable.
4.Orientarse
hacia la mano invisible del mercado como el mejor socio para una acción
correctiva, ¡si acaso tal acción fuese realmente necesaria!
El restante y
debatiblemente más “moderno” argumento en contra de la regulación protectiva
afirma que el equilibrio entre consumidores y comercio actúa como una innata y
correctiva fuerza de mercado. Y que los propios intereses de ambas partes
(especialmente la parte en la cual el capital es concentrado) proveen la mejor
garantía de protección. Pero para que esta receta funcione, un ingrediente
inicial imprescindible es el equilibrio simétrico de información, que casi nunca
se halla presente. Entonces, cuando la evidencia empírica de daño es tan
abrumadora, las intervenciones necesarias tan obvias y la rabia del público
alcanza tal magnitud de expresión, nuevas ordenanzas son promulgadas y se
establecen o expanden mecanismos municipales de inspección y control. En los
casos más inusitados, incluso se puede lograr la clausura de la empresa
fabricante o su cierre definitivo, aunque todavía para los argentinos esta
posibilidad pertenezca al terreno de la futurología o la ciencia-ficción.
Ejemplos extremos de protección ineficaz de la
población nos enseñan que aún cuando eventualmente actuamos para controlar un
peligro, aquellos que se beneficiaron a partir de la ausencia de controles
pueden adoptar una línea de acción final orientada hacia impedir cualquier
posibilidad de éxito. Esta estrategia es más cínica que las tácticas del duelo
entre opiniones de expertos, culpar a las víctimas, atacar a los proponentes
del control o invocar un determinismo social accionado por la mercadotecnia.
Tal maniobra permite la construcción de un aparato regulatorio rudimentario,
pero lo que parece ser un escudo protectivo efectivo es sólo un simulacro. En
última instancia, si la maquinaria protectiva es puesta en marcha, sus
engranajes de cumplimiento no serán lubricados, y si se rompen, no serán
reemplazados.
Hasta aquí, cualquier lector de este informe puede
darse cuenta de la magnitud y gravedad del problema sanitario y ambiental que
enfrenta el ecosistema rural argentino infestado por el monocultivo de soja
tolerante al herbicida glifosato. Y al decir ecosistema nos referimos a un
sistema complejo conformado por los habitantes de estos pueblos, a los animales
y las plantas y al suelo, el cual hoy ya no puede dejar de ser considerado como
un organismo vivo. Hablamos de millones de argentinos y sus ecosistemas
expuestos durante los últimos años por diversas vías a los cócteles de
agroquímicos que incluyeron tan sólo en los pasados doce meses incluyeron
doscientos millones de litros de glifosato comercial.
Los recientes anuncios presidenciales prometiendo una
investigación oficial de los impactos de estas masivas fumigaciones sobre
nuestra Argentina sojera constituyen un desafío al obvio pronostico de terminar
siendo otra estafa a la esperanza de un pueblo que esta cansado de que se le
venda un aparato protectivo cero kilómetro y se le entregue una maquina
vetusta, oxidada, desguazada y abandonada en el baldío del humanitarismo hipócrita.
Otra estafa que la “mala ciencia” le juega a la “clientela” de su “sucursal”
argentina.
En mi trabajo
de divulgación científica “Toxicología del Glifosato: Riesgos para la Salud Humana” del
año 2002, incluido en el informe anterior de esta campaña del GRR, acababa de
denunciar que estudios independientes sugerían la errónea calificación del
glifosato como "toxicológicamente benigno". Y que dos laboratorios
independientes norteamericanos autores de los estudios toxicológicos requeridos
oficialmente para su registro y aprobación habían sido procesados legalmente y
condenados por prácticas fraudulentas. La investigación incluía un listado de
los ingredientes inertes conocidos del glifosato comercial y sus efectos
tóxicos individuales, mostrando que “las
fórmulas conteniendo glifosato producen mayor toxicidad aguda que el glifosato
solo. La cantidad de RoundUp (glifosato + POEA) requerida para ocasionar la
muerte de ratas es tres veces menor que la de gifosato puro”. Desde 2002 hasta
la fecha, decenas de trabajos científicos nuevos han confirmado esto último,
que una cosa es hablar de glifosato puro y otra totalmente distinta y mucho más
tóxica es referirnos al herbicida comercial en base a glifosato.
Todavía
recuerdo a Víctor Trucco, presidente de AAPRESID, afirmando que el glifosato es
menos tóxico que la sal de mesa en el programa televisivo “Soja: ¿panacea
nutricional o arma silenciosa?”, producido por el difunto cineasta Nicolás
Sarquís y emitido por canal 7 en pleno auge de la campaña “Soja Solidaria”. La
triquiñuela de Trucco, basada en el concepto de dosis letal 50 (DL50) del
glifosato puro, constituye el falso argumento más utilizado por funcionarios y
científicos defensores de la supuesta inocuidad del herbicida. Pero la poderosa
alianza entre “mala ciencia” y empresas agroquímicas esconde en su galera “trucos”
más macabros... Quizás a muchos funcionarios argentinos, tanto legos como
científicos, conocer más detalles de la historia y modus operandi de uno de los
“labos” antes mencionados, Industrial Biotest Laboratories (IBT), los impulse a
transformar la complicidad implícita de su inacción en verdaderas acciones
protectivas para con el pueblo que paga sus sueldos.
El
artículo “Falsificarlo: El caso contra IBT”, del periodista norteamericano Keith Schneider, publicado en
The Amicus Journal
de primavera de1983 por el Natural Resources Defense Council
(NRDC), narra el escándalo que destruyó la credibilidad de la industria de
evaluaciones de seguridad a fines de la década del ‘70 y comienzos de los ’80.
IBT fue fundado durante los ’60, en plena infancia del movimiento
ambientalista, el cuál ya más maduro hacia fines de esa década obligó al
presidente Nixon a establecer la
EPA (Agencia de Protección Ambiental) en 1970. Esto trajo una
regulación más estricta al campo de la aprobación y uso de agroquímicos,
requiriendo un amplio espectro de estudios científicos. Muy pronto IBT conducía
miles de proyectos de investigación para casi todo fabricante químico y
farmacéutico norteamericano. Casi la mitad de estudios de IBT fueron utilizados
para las homologaciones federales de innumerables productos: insecticidas,
herbicidas, aditivos alimentarios, aditivos para la potabilización de aguas,
cosméticos, medicamentos, jabones y detergentes e incluso colorantes para
helados.
Así IBT se convirtió en el laboratorio independiente
más antiguo y más grande de su país, realizando durante su última década de
existencia más de 1.500 estudios en su sede central de Northbrook, a 40 Km. de Chicago, y en dos
laboratorios satélites en Neilsville, Wisconsin y Decatour, Illinois. Se estima
que entre un 35 y un 40% de estudios toxicológicos norteamericanos fueron
conducidos por IBT. Pero en 1981, el prestigio espurio y la prosperidad del
gigantesco laboratorio comenzaron un camino barranca abajo cuando
investigadores de la FDA
develaron, en sus textuales dichos, el mayor fraude científico perpetrado en
los EE.UU. y, quizás, en el mundo entero. En mayo de ese año, tras una
intervención de cinco años, un jurado federal especial acusó y condenó al
presidente y fundador de IBT, Joseph Calandra, y a sus tres principales
científicos asociados, entre ellos el Dr. Paul Wright, jefe del área estudios
toxicológicos en ratones y ex
-empleado de Monsanto, por ocho cargos de producir y
distribuir investigaciones científicas falsas y luego intentar encubrirlo.
Entre los estudios falsificados se encontraban treinta pruebas conducidas sobre
el glifosato y entre estas, 11 de los 19 estudios realizados respecto de
su toxicidad crónica. “Es difícil no dudar de la integridad científica”,
afirmaba en un memorando de 1978 un toxicólogo de la EPA. “Sobre todo cuando los
investigadores de IBT explican que han conducido un examen histológico de los úteros
de unos… conejos machos!
Pero más enfurecedor es el tendal que nos dejó el
escándalo de IBT. Hoy, existen muy pocos habitantes del planeta que no
establecen diariamente contacto con las sustancias químicas estudiadas y
declaradas “seguras” por IBT, especialmente a partir de residuos de pesticidas
contenidos en su comida y su agua. Desde que la canallada de IBT fue descubierta,
algunas de estas sustancias han sido declaradas peligrosas para la salud humana
y medioambiental. De muchas otras, ya se sabe que producen enfermedades y
contaminan el ambiente. Suecia prohibió ocho pesticidas de IBT. Tras estudiar
113 pesticidas, Canadá proscribió seis y restringió severamente la aplicación
del funguicida Captan. La EPA
tomo similares medidas con muchos de los pesticidas de IBT luego de estudiar a
fondo 212 de estos, registrados en base a datos de IBT. Sin embargo, resulta
claro que la magnitud de consecuencias del escándalo IBT quizás nunca llegue a
conocerse, y su efecto probablemente persistirá durante varias generaciones
futuras.
Repetí y
amplié el fundamento de estas advertencias en un trabajo del año pasado que
puede leerse aquí, “Uso de Agroquímicos en las fumigaciones peri urbanas y su
efecto nocivo sobre la salud humana”. En esta compilación, además de presentar
nuevos estudios científicos que confirman la nocividad del glifosato y
recientes denuncias de corrupción y tráfico de influencias que salpican a la FDA norteamericana, planteo la
problemática del impacto en la salud que puede emerger muchos años luego de una
exposición crónica a bajas dosis de pesticidas y la precariedad del sistema de
determinación de inocuidad, el cual en ningún lugar del planeta todavía incluye
protocolos de estudios toxicológicos para impacto prenatal, disrupción
endocrina –el “efecto de segunda generación antes citado por el ingeniero Boy-
y efectos tóxicos sobre el neuro-desarrollo.
Mientras algunos
científicos y legisladores argentinos todavía persisten en constatar si el
glifosato ha sido recientemente recategorizado como “peligroso”, nuestro país
enfrenta lo que denominamos un verdadero “glifocidio” (glifosato + genocidio +
ecocidio). Precisamente este es el título de mi análisis de próxima publicación
sobre decenas de “papers” de excelente reputación y validez científicas, una
síntesis de evidencias de impacto negativo del glifosato sobre la salud de los
organismos (humanos incluidos) y los ecosistemas provenientes del trabajo
realizado en los últimos años por grupos de investigadores del mundo entero. A
continuación, algunos fragmentos confirmando que nuestros peores temores al
respecto no eran infundados:
CARCINOGENICIDAD
Impacto sobre
la transcripción (genética)
Marc J, Le Breton M, Cormier P, Morales J, Belle R et
Mulner Lorillo O. 2005. «A glyphosate-based pesticide impinges on
transcription.»Toxicology and Applied Pharmacology. 203,
1-8
•El RoundUp afecta el desarrollo de erizos de mar mediante la inhibición
de la eclosión.
•Genera una disrupción de la transcripción genética, un proceso biológico
fundamental.
•El glifosato y el surfactante POEA, componentes del RoundUp, se hallan ambos implicados en este fenómeno.
«Se detectó que el surfactante polioxietilenamina
(POEA), principal componente de la fórmula comercial RoundUp, era altamente
tóxico para los embriones cuando se lo estudió sólo y por ende podría
contribuir a la inhibición de la salida del huevo.» (Marc et al., 2005, p.1)
«Debido a que la transcripción es un proceso biológico
básico fundamental, el herbicida podría plantear un riesgo sanitario al ser inhalado cerca de zonas de fumigación
a una concentración en las microgotas
rociadas 25 veces mayor que la que ocasionó efectos adversos en la
transcripción.» (Ibíd.)
“Sobre todo nos cuidamos mucho en el plano jurídico
porque el fabricante no impugnó nuestros resultados, que son a prueba de
impugnación, pero sí cuestionó su interpretación ya que hasta el momento no se
ha presentado un cáncer por el glifosato y si lo hay no lo sabemos. Para tener
un cáncer tienen que pasar entre 30 y 35 años. El glifosato y otros productos
se están usando desde hace mucho menos tiempo, entre 10 y 15 años, por lo que
aún es imposible medir los casos.”
“Después dijeron que no se podían extrapolar los
resultados obtenidos con los erizos al ser humano; les explicamos que todas las
células del planeta tienen el mismo origen y que el mecanismo más universal es
la división celular. A fines del 2001 se premió con el Nobel de Medicina a
Leland Hartwell, Paul Nurse y Timothy Hunt por sus trabajos sobre el cáncer con
levaduras y erizos de mar. Y desde ahí ya no pudieron usar este argumento.”
Extraído de una entrevista a Robert Bellé realizada
por Mónica Almeida RAAP-AL Uruguay -
13/3/07 www.rel-uita.org
Impacto sobre
la regulación del ciclo celular
Marc, Julie, Odile Mulner-Lorillon, Robert Bellé. 2003.
«Glyphosate-based pesticides affect cell cycle regulation.» Biology
of the Cell, vol. 96, p. 245–249
• El RoundUp afecta la regulación del ciclo celular mediante la disrupción
del control de daños al ADN.
•Esto puede conducir al desarrollo de un cáncer (potencial mecanismo de
carcinogénesis). El estudio demuestra un vínculo entre RoundUp y desregulación
del ciclo celular pero no establece un vínculo directo con el cáncer.
•La concentración en las microgotas pulverizadas es entre 500 y 4000
veces mayor que la mínima concentración
para la desregulación del ciclo celular.
•«Por lo tanto, la inhalación de los herbicidas en base a glifosato en la
vecindad de su fumigación constituye un claro motivo de preocupación
sanitaria.» (Marc et al., 2003)
Tres recientes
estudios con control de casos sugirieron una asociación entre el uso de
glifosato y el riesgo de padecer LNH.
De Roos AH, Zahm SH,
Cantor KP, et al. Integrative assessment of multiple pesticides as risk factors
for non-Hodgkin’s lymphoma among men. Occup Environ Med 2003, 60, E11 http://oem.bmjjournals.com/cgi/content/full/60/9/e11
Hardell L, Eriksson
M, Nordstrom M. Exposure to pesticides as risk factor for non-Hodgkin’s
lymphoma and hairy cell leukemia: pooled analysis of two Swedish case-control
studies. Leuk Lymphoma 2002, 43,1043–1049.
McDuffie HH, Pahwa P,
McLaughlin JR, Spinelli JJ, Fincham S, Dosman JA, et al. 2001.
Non-Hodgkin’s lymphoma and specific pesticide exposures in men: cross-Canada
study of pesticides and health. 2001, Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 2001,10,1155–63.).
Un
estudio prospectivo en Iowa y Carolina del Norte, EE.UU. que incluyó a más de
54.000 aplicadores licenciados privados y comerciales sugirió un vínculo entre
el uso de glifosato y mieloma múltiple.
“La exposición a glifosato no fue asociada con
incidencia de cáncer en general o con la mayoría de subtipos de cáncer que
estudiamos. Si existió una asociación sugerida de incidencia de mieloma
múltiple que debería ser supervisada en la medida que ocurran más casos en el
AHS.”
De Roos AJ, Blair A, Rusiecki JA, Hoppin JA, Svec M,
Dosemeci M, Sandler DP and Alavanja MC. Cancer
incidence among glyphosate-exposed pesticide applicators in the agricultural
health study. Environ Health Perspect 2005, 113, 49-54.
DISRRUPCIÓN ENDÓCRINA
Efectos tóxicos
y disrupción endocrina
Un estudio de un equipo conducido por el Prof.
Gilles-Eric SERALINI en la
Universidad de Caen en Francia sobre la toxicidad del RoundUp
demuestra que:
· Las células de la placenta humana son muy
sensibles al RoundUp a niveles inferiores a aquellos rutinariamente usados en
la agricultura, quizás explicando las causas de nacimientos y abortos
prematuros áreas rurales de Argentina.
• Incluso,
los efectos del RoundUp sobre la síntesis de hormonas sexuales fueron
detectados por debajo del nivel de toxicidad, hecho que amerita la
clasificación de este herbicida como un potencial disruptor endocrino.
· Finalmente,
los efectos generados por el RoundUp son siempre de mayor magnitud que aquellos
del glifosato sólo (hipótesis: adyuvantes).
Richard S, Moslemi S, Sipahutar H, Benachour N,
Seralini GE. 2005. «Differential effects of glyphosate and Roundup on human
placental cells and aromatase» Environmental Health Perspectives, vol.
113, no. 6, juin, p. 716-720.
Time- and dose-dependent effects of roundup on human
embryonic and placental cells Benachour N, Sipahutar H,
Moslerni S, Gasnier C, Travert C, Seralini GE. ARCHIVES OF
ENVIRONMENTAL CONTAMINATION AND TOXICOLOGY 53 (1): 126-133 JUL 2007
“Probamos el potencial de toxicidad y de disrupción endocrina
del RoundUp sobre células humanas embrionarias 293 y derivadas de placenta JEG3, pero también
sobre placenta normal humana y testículos equinos. La dosis letal media (LD50) de RoundUp para
las células embrionarias es de
0,3%
en la primera hora en un medio libre de suero, y baja
alcanzando 0.06%
(conteniendo entre otros componentes 1.27
mM
de glifosato) luego de 72 hs en
presencia de suero. En estas condiciones, las células embrionarias parecen ser 2 a 4 veces más sensibles que
las placentarias. En todas las instancias, el RoundUp (generalmente
utilizado en agricultura al 1-2 %, o sea, con 21-42 mM de glifosato) es más
eficiente que su ingrediente activo, el glifosato, sugiriendo un efecto
sinérgico provocado por los adyuvantes presentes en el RoundUp.”
“Demostramos que los cultivos libres de suero, aún en
términos de un corto plazo (1 hora), revelan los impactos xenobióticos que son
visibles 1 a
dos días más tarde en suero. También documentamos a dosis más bajas no
visiblemente tóxicas, de entre 0,01% (con 210 mu M de glifosato) en 24 horas,
que el RoundUp es un disruptor de la aromatasa. La inhibición directa es
dependiente de la temperatura y es confirmada en diferentes tejidos y
especímenes (líneas celulares de placenta o riñón embrionario, extractos de testículo
equino o de placenta humana frescos). Más aún, el glifosato actúa directamente
como un inactivador parcial de la aromatasa microsomal, independientemente de
su acidez, y de forma dependiente de la dosis. Los efectos citotóxicos, y
potencialmente disruptores endocrinos del Round up son por lo tanto
amplificados con el transcurso del tiempo. Tomados en conjunto, estos datos
sugieren que la exposición al podría afectar la reproducción y el desarrollo
fetal humanos en caso de contaminación. Las mezclas químicas en las
formulaciones comerciales parecen ser subestimadas respecto de su impacto
tóxico y hormonal.”
TOXICIDAD SOBRE EL DESARROLLO
Retardo del desarrollo del esqueleto fetal
y toxicidad en ratones
Dallegrave, E; Di
Giorgio Mantese, F; Soares Coelho,R; Drawans
Pereira, J; Dalsenter P.R; and Langeloh,
A. 2003. The teratogenic
potential of the herbicide RoundupR in Wistar
rats. Toxicology Letters 142(1).
Este estudio de teratogenicidad realizado en el
Departamento de Farmacología de la Universidad Federal
de Rio Grande do Sul, en Brasil, mostró una tasa de mortalidad del 50% en las
ratas tratadas con 1000 mg/Kg. y alteraciones esqueléticas en los fetos en los
grupos tratados con 500, 750o y 1000 mg./kg. Concluyó que el Round up es tóxico
para las madres e induce retardo del desarrollo del esqueleto fetal.
TOXICIDAD
REPRODUCTIVA
Abortos
espontaneos
Arbuckle TE, Lin Z, Mery LS. An exploratory analysis
of the effect of pesticide exposure on the risk of spontaneous abortion in an
Ontario farm population. Environ Health Perspec 2001;109:851–857.
5 Savitz, D.A. et al. 1997. Male pesticide exposure
and pregnancy outcome. Am. J. Epidemiol.
146: 1025-1036.
Anormalidades funcionales en cadenas
enzimáticas de órganos de ratas embarazadas
Para prevenir el
riesgo sanitario por exposición a sustancias ambientales, particularmente para
la progenie, estudiamos los efectos del herbicida glifosato sobre tres enzimas
del citosol de ratas embarazadas: isocitrato deshidrogenasa-NADP dependiente,
glucosa-6-fosfato deshidrogenasa y málico deshidrogenasa en hígado, corazón y
cerebro de ratas Winstar embarazadas. El tratamiento fue administrado durante
los 21 días de embarazo, con una semana como período de aclimatación. Los resultados sugieren que la exposición
materna a agroquímicos durante el embarazo induce una variedad de anormalidades
funcionales en la actividad específica de las enzimas en los órganos estudiados
de las ratas embarazadas y sus fetos.
Daruich J, Zirulnik F, Gimenez MS. Effect of the herbicide glyphosate on enzymatic activity in pregnant
rats and their fetuses. Environ Res 2001 Mar;85(3):226-31
Cátedra
de Bioquímica Molecular, Área Química Biológica, Facultad de Química, Bioquímica
y Farmacia, Universidad Nacional de San Luis, Argentina.
Estudios con conejos han mostrado efectos adversos
dependientes de la dosis sobre el semen y la calidad espermática 24 y otros
estudios a altas dosis han reportado efectos tales como reducción del conteo
espermático en ratas 7,25. Según
la EPA,
exposiciones continuadas a residuos en aguas en concentraciones superiores a
0.7 mg/L pueden causar efectos reproductivos en seres humanos.
•7. World Health Organisation
(WHO), 1994. Glyphosate. Environmental Health Criteria 159. The
International Programme on Chemical Safety (IPCS). WHO, Geneva.
•24. Yousef, M.I., Salem,
M.H., Ibrahim, H.Z., Helmi, S., Seehy, M.A. and Bertheussen, K. 1995. J.
Env.Sci. and Health Part B - Pesticides Food Contaminants and Agricultural
Wastes 30(4), 513-534.
•Yousef,M.I. et al. Toxic effects of carbofuran and glyphosate on semen
characteristics in
rabbits. J Environ Sci Health B 30, 513-34 (1995).
•25. US Dept of Health and
Human Services. Public Health Service, National Institute of Health, (undated).
NTP technical report on toxicity studies of glyphosate (CAS No. 1071-83-6)
administered in dosed feed to F344/N rats and B6C3F1 mice. (NIH Publication
92-3135). Toxicity report series No. 16. Research Triangle Park, NC: National
Toxicology Program.. Cited in Cox,
C., 1995a op cit 11.
Se constató que el Round up inhibe la producción de
hormonas esteroides esto podría ocasionar una pérdida de fertilidad en varones.
WALSH, L.; McCORMICK, C.; MARTIN, C.; STOCCO, D.
Roundup inhibits steroidogenesis by disrupting steroidogenic acute regulatory
(StAR) protein expression. Environ Health Perspect. Cary
NC, N.º 108, p.769-776, Julio de 2000.
Conducido por el Departamento de Biología Celular y
Bioquímica de la
Universidad Tecnológica de Texas, este estudio examinó el
efecto potencial de los pesticidas sobre el sistema reproductivo. En cuanto al Round
up, mostró que disminuía la producción de progesterona de forma dependiente de
la dosis aunque sin inducir un descenso paralelo en la síntesis total de
proteínas, indicando que el herbicida no habría ocasionado toxicidad celular
aguda...
Oliva, A., Spira
A. Multigner L. 2001 Contribution of environmental factors to
de
risk of male fertility. Human Reproduction, vol. 16, Nº 8, pp 1768-1776, 2001
Oliva, Alejandro 2001 “Factores medioambientales y
alteraciones seminales en el hombre”. Unidad de Andrología - Hospital Italiano
de Rosario Instituto Universitario Italiano de Rosario y Sociedad Argentina de
Endocrinología y Metabolismo
www.saem.org.ar/raem_vol39sup_06_05.htm
MUTAGENICIDAD
Efectos
mutagénicos / genotóxicos
Estudios de los efectos del Round up™ sobre
linfocitos humanos y bovinos revelaron un incremento de la frecuencia de
intercambios de cromátidas hermanas, intercambios genéticos durante la división
celular resultando en mutaciones puntuales. 6,7 Esto sugiere
“que sería inducido un stress oxidativo o bien un efecto mutagénico”. 47
6 Vigfusson, N.V. and
E.R. Vyse. 1980. The effect of the
pesticides, Dexon, Captan, and Roundup on sister-chromatid exchanges in human
lymphocytes in vitro. Mut. Res.
79:53-57.
7 Bolognesi, C. et
al. 1995. Mutagenicity testing of nine herbicides and pesticides currently used
in agriculture. Environ. Mol. Mutagen. 25:148-153.
46. Lioi MB, Scarfi
MR, Santoro A, Barbieri R, Zeni O, Di Berardino D and Ursini MV, Genotoxicity
and oxidative stress induced by pesticide exposure in bovine lymphocyte
cultures in vitro, Mutation Research, 403(1-2): 13-20, 1998.
47. Lioi MB, Scarfi MR, Santoro A, Barbieri R, Zeni O, Di Berardino D and Ursini MV, Cytogenetic damage and induction of pro-oxidant state in human lymphocytes exposed in vitro to glyphosate, vinclozolin, atrazine, and DPX-E9636, Environmental Molecular Mutagenesis, 32(1): 39-46, 1998.
47. Lioi MB, Scarfi MR, Santoro A, Barbieri R, Zeni O, Di Berardino D and Ursini MV, Cytogenetic damage and induction of pro-oxidant state in human lymphocytes exposed in vitro to glyphosate, vinclozolin, atrazine, and DPX-E9636, Environmental Molecular Mutagenesis, 32(1): 39-46, 1998.
Boffetta P, Bolognesi
C, Bonatti S, Degan P, Gallerani E, Peluso M, Rabboni R, et al. Genotoxic
activity of glyphosate and its technical formulation Roundup. J Agric Food
Chem. 45:1957–1962. Mutat Res. 1980 Sep;79(1):53-7.
Rank J, Jensen AG, Skov B, Pedersen LH, Jensen K
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glyphosate isopropylamine using the mouse bone marrow micronucleus test,
Salmonella mutagenicity test, and Allium anaphase-telophase test. Mutat Res 300(1): 29-36.
Este es un estudio dinamarqués que confirma efectos
mutagénicos (mutaciones puntuales) y de inducción de aberraciones cromosómicas
del glifosato y sus fórmulas comerciales mediante tres pruebas in vitro con tejidos y células de
organismos de diferentes reinos. Se compararon efectos del glifosato y el RoundUp,
constatando para este último una toxicidad cinco veces mayor que la del glifosato
sólo.
Lin N, Garry VF (2000) In vitro studies of cellular
and molecular developmental toxicity of adjuvants, herbicides, and fungicides
commonly used in Red River Valley, Minnesota. J Toxicol
Environ Health A 60(6): 423-39.
Ante el aumento de
incidencia de malformaciones congénitas en el área, los investigadores
estudiaron in vitro el impacto de 16 agroquímicos, incluyendo el
glifosato, sobre una línea de células cancerosas cultivadas (MCF-7 breast
cancer cell line) sensibles a los
estrógenos. La proliferación celular en estas células indica efectos
estrogénicos mediados por xenobióticos. Este tipo de datos y experimentos sirve
para comprender mejor los efectos adversos reproductivos y del desarrollo en
humanos expuestos a estos agroquímicos, además de sugerir la necesidad de
futuros estudios in vivo sobre animales para detectar este tipo de toxicidad.
Formación de aductos de ADN en riñón e
hígado de ratones
Peluso M,
Munnia A, Bolognesi C y Parodi S. P32-Postlabeling detection of DNA adducts in
mice treated with the herbicide roundup. Environmental and Mol. Mutagenesis 1998, 31, 55-9.
Este trabajo muestra que el RoundUp induce la
formación de complejos conformados por una porción de ADN anormal y una
sustancia química cancerígena, de manera dependiente de la dosis, en los
riñones y el hígado de ratones. Estos “aductos” de ADN no se relacionaron con
el ingrediente activo, la sal isopropilamínica del glifosato, sino con otro
componente desconocido de la mezcla herbicida. Los autores sugieren experimentación
adicional para detectarla.
Citotoxicidad y genotoxicidad en células
humanas
Monroy C.
M., Cortés A. C., Sicard D. M., Groot de Restrepo H. Citotoxicidad y
genotoxicidad en células humanas expuestas in vitro a glifosato. Biomédica 2005;
25:335-45.
Este estudio evalúa la citotoxicidad y la
genotoxicidad del glifosato en células humanas normales (GM38) y en células
humanas de fibrosarcoma (HT1080). Se determinó citotoxicidad aguda y crónica al
exponer las células en cultivo a diferentes concentraciones de glifosato, y se
analizó la viabilidad celular. La genotoxicidad se determinó por medio del
ensayo del cometa y los datos se analizaron usando la prueba de Dunnet. Sus
resultados sugieren que el mecanismo de acción del glifosato no se limita únicamente
a las plantas sino que puede alterar la estructura del ADN en otros tipos de
células como son las de los mamíferos.
Genotoxicidad en ratones
Mañas
Torres, F., González Cid Urroz, M.B., García Ovando, H., Welyers Anchordoqui,
I., Ugnia Vera, L., Larripa Hand, I. B., Gorla Abrate, N. (2006). La
genotoxicidad del herbicida glifosato evaluada por el ensayo cometa y por la
formación de micro núcleos en ratones tratados. Theoría, año/vol. 15, número 002. Universidad
del Bío-Bío. Chillán,
Chile. Pp 53-60
En
este estudio realizado por científicos argentinos, la medición de genotoxicidad
a través del ensayo de cometa y de micro núcleos les permite estimar que
glifosato 400 mg/kg es capaz de producir mutaciones y daño citogenético in vivo
en ratones. Sugieren firmemente el uso controlado y mínimo de este herbicida
“necesario para la producción de alimentos, pero no exento de riesgo genético.”
EFECTO SOBRE EL METABOLISMO
Toxicidad in vitro del glifosato sobre la actividad de
enzimas séricas
F. M. El-Demerdash ; M. I. Yousef ; E. I.
Elagamy (2000) Influence Of Paraquat,
Glyphosate, And Cadmium On The Activity Of Some Serum Enzymes And Protein
Electrophoretic Behavior (In Vitro). J Environ Sci Health B. 2001 Jan; 36(1):29-42.
Este es un estudio in vitro para determinar la
toxicidad de algunos pesticidas (glifosato, paraquat) y del cloruro de cadmio
sobre la actividad de la acetilcolinesterasa, la láctico deshidrogenasa, la aspartato
aminotransferasa, la fosfatasa alcalina y la fosfatasa ácida. Los resultados revelaron
que el glifosato tuvo un impacto sobre todas las enzimas menos una.
Daño por radicales libres inducido por
depleción de glutatión intracelular
Hultberg, M. (2007) Cysteine turnover in human cell
lines is influenced by glyphosate. Environmental Toxicology and Pharmacology 24
(2007) 19–22.
El glutatión
es un importante antioxidante intracelular, para lo cual usa el grupo tiol de
la cisteína como agente reductor. Actúa reduciendo especies reactivas del
oxígeno como peróxido de hidrógeno gracias a la enzima glutatión peroxidasa,
siendo crucial para la prevención y reparación de daño peroxidativo de lípidos,
proteínas y ácidos nucleicos. La exposición celular al glifosato mostró un
efecto significativo sobre las concentraciones intra y extracelulares de
cisteína, elemento precursor en la síntesis de glutatión. En este estudio, el
impacto negativo fue evidenciado con una exposición a glifosato correspondiente
a la mitad de los niveles del herbicida constatados en la orina de trabajadores
rurales en el estudio de Acquavella del año 2004.
NEUROTOXICIDAD
Se
encontró que los hijos de quienes habían utilizado glifosato tenían un grado
elevado de alteraciones de neurocomportamiento.
Garry V, Harkins M,
Erickson L, Long S, Holland S y Burroughs B. Birth defects, seasons of conception and sex of children born to pesticide
applicators living in the red river valley of Minnesota,
USA. Envir. Health
Perspectives (Supl. 3) 2002, 110, 441-9.
Este estudio epidemiológico develó asociaciones
estadísticamente significativas entre efectos adversos neurológicos, del
neurodesarrollo y de la conducta y exposición al glifosato y el fumigante
fosfino durante el embarazo. Se detectó mayor incidencia de autismo y
trastornos del tipo síndrome de déficit atencional y síndrome de
hiperactividad. Los autores fueron muy cautelosos respecto de los hallazgos y
solicitaron se continuaran este tipo de estudios.
En cultivos de células nerviosas previamente expuestas
al insecticida diazinon por dos meses, los efectos tóxicos del glifosato
aparecieron a una concentración varias veces inferior que en las células no
expuestas.
Axelrad JC, Howard CV and McLean WG, The effects of
acute pesticide exposure on neuroblastoma cells chronically exposed to
diazinon, Toxicology, 185(1-2): 67-78, 2003.
Efecto de los
ingredientes “inertes” (POEA)
Francisco Peixoto 2005. «Comparative
effects of the Roundup and glyphosate on mitochondrial oxidative
phosphorylation ». Chemosphere, In Press, Corrected Proof, Available
online 26 April 2005. doi:10.1016/j.chemosphere.2005.03.044
•El estudio muestra que el RoundUp altera el proceso de la respiración
mitocondrial en el hígado de ratas.
•No se hallaron efectos con el glifosato sólo.
•Las alteraciones observadas fueron vinculadas a un adyuvante utilizado
en el RoundUp (POEA) o a un efecto sinérgico entre el surfactante y el
glifosato.
•«Teniendo en cuenta que la mitocondria posee una gran
variedad de funciones bioenergéticas imprescindibles para la regulación de la
producción de energía intracelular aeróbica la homeostasis electrolítica, estos
resultados cuestionan la inocuidad del RoundUp sobre la salud animal. (Peixoto, 2005).
EXPOSICION DIETARIA
Alimentos
transgénicos y concentraciones residuales
Vecchio,
L., Cisterna C., Malatesta, M., Martin, T.E., Biggiogera. 2004.
«Ultrastructural analysis of testes from mice fed on genetically modified
soybean». European Journal of Histochemistry, vol. 48, no.4 (Oct.-Déc.),
p. 449-454.
El análisis ultraestructural de testículos de ratones
alimentados con soja transgénica tolerante al glifosato constató diferencias
con el grupo control de glifosato.
Las
alteraciones sugieren una reducción de en la transcripción entre los ratones
alimentados con soja transgénica.
· Hipótesis:
estas alteraciones, similares al efecto del glifosato reportado en otros
estudios, pueden relacionarse con los residuos de glifosato presentes en la
soja transgénica (Vecchio et al., 2004).
Más sobre efectos de la soja transgénica, ver:
· Malatesta et
al. 2002.«Ultrastructural Morphometrical and Immuno cytochemical analyses of
Hepatocyte Nuclei from Mice Fed on Gentically Modified Soybean», Cell Structure
and Function, vol. 27, p. 173-180.
· Malatesta et al.,
2003. «Fine structural analysis of pancreatic acinar cells from mice fed on
genetically modified soybean». European Journal of Histochemistry, vol. 47,
no.4 (pct-déc), p. 385-388.
• Manuela Malatesta, et al, Ultrastructural
analysis of pancreatic acinar cells from mice fed on genetically modified
soybean, Journal of Anatomy, Volume 201 Issue
5 Page 409 - November 2002
Parece mentira
que el grueso de la población científica y gubernamental argentina continúe
ignorando la enorme cantidad de víctimas del “glifocidio” en curso, quiénes son
los “glifocidas” y cuánta la “glifotoxicidad”. Y da vergüenza ajena ser médico
sabiendo que en nuestros hospitales de las zonas sojeras la mayoría de colegas
se niega a informar en la historia clínica toda vinculación entre la
sintomatología de sus pacientes con la exposición crónica a agroquímicos.
Resulta asimismo sorprendente que los grupos argentinos de médicos ambientales
no estén haciendo estudios masivos en estas poblaciones con el económico y
accesible test de la cometa, un estudio clínico simple que permite medir la
genotoxicidad de una comunidad.
No perdamos de
vista cuál es la clave unificadora que conecta todos y cada uno de los eventos,
relatos y denuncias de este trabajo. Esa conexión es el vínculo entre las
mujeres y los hombres de toda edad quienes, tratando de ir por sus vidas como
mejor pudieron, terminaron convertidos en víctimas de un peligro
innecesariamente interpuesto en su camino. Y decimos que este yugo tóxico nunca
debió aplastarlos porque se supone que nuestros científicos y funcionarios
debían proceder según las indicaciones del mejor y más moderno “manual”
disponible y no las del de hace cincuenta años atrás. Porque más tóxica que el
glifosato es la desactualizada concepción científica de la vida que respalda al
modelo agroindustrial imperante. Este glifocidio es sólo una parte ínfima de
las consecuencias trágicas del mapa mental mecanicista dominante, consecuencias
que exceden en magnitud incluso al máximo de maldad, egoísmo e insensibilidad
humanos concebibles. Si la ciencia es una herramienta humana concebida con el
fin de mejorar nuestra vida, entonces está claro que hay una impostora ocupando
su lugar y logró que el grueso de la población científica mundial y nuestros
gobiernos, malinterpreten e ignoren información crucial. Desenmascararla una y
otra vez es nuestro compromiso profundo para con cada ser humano, cada especie
animal y cada porción de suelo que hoy sufren su demencial avance y no pueden
gritar.
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